¿Desde cuándo los japoneses han comenzado a tomar cuidado con el afeitado de la barba? La historia comienza en el periodo Edo. Los primeros en cortarse las grandes barbas, fueron los Samurai de alto rango. Después de las guerras feudales, vino un periodo de paz y tranquilidad. Entonces se realizó un giro de 180 grados, pasando de una barba rígida para mostrar su poderío, a una barba desaliñada. Pero al perder su razón de existir, los Samurai con barba, se transformaron en “Kabukimono” (bandas de Samurais vagabundos), los que hacían fechorías a los pobladores, motivo por el cual el Shogunato llega a prohibir la barba. Tiempo después, se consideraba el afeitarse como parte del aseo y la presentación, requiriendo navajas para afeitar de alto rendimiento.
No se puede hablar de la historia del afeitado en Japón sin hablar de KAI. Desde el principio de la era Showa, cuando aún eran extraños los atuendos occidentales, se produjo una moda de gran acogida llamada “Mobo Moga” (Modern Boy / Modern Girl”).
Los “Mobo”, imitando a los artistas americanos, caminaban arrogantes por la ciudad. A ellos les gustaba un estilo sin barba. En el mismo periodo en el que se prolongaba la recesión, después del incidente de Manchuria en 1931, el fundador de KAI, Saijiro Endo, escuchaba a alguien decir: “No se venden los cuchillos, pero las navajas descartables de las máquinas de afeitar seguras, se venden bien”. Fue entonces cuando Saijiro puso en marcha un proyecto de fabricación de navajas descartables para máquinas de afeitar por primera vez en Japón, proyecto que se hizo realidad en 1932, con el inicio de la producción de las navajas. Gracias a la moda de afeitarse las barbas, además de producir navajas más baratas a las que se importaban del extranjero, el proyecto llamado “KAI” logró una considerable cantidad de ventas. El personal, que al inicio solamente era de 20 personas, además del terreno en el que se encontraba la planta, crecieron en el corto tiempo de 10 años, más de 15 veces.
No se puede hablar de la historia del afeitado en Japón sin hablar de KAI. Desde el principio de la era Showa, cuando aún eran extraños los atuendos occidentales, se produjo una moda de gran acogida llamada “Mobo Moga” (Modern Boy / Modern Girl”).
Los “Mobo”, imitando a los artistas americanos, caminaban arrogantes por la ciudad. A ellos les gustaba un estilo sin barba. En el mismo periodo en el que se prolongaba la recesión, después del incidente de Manchuria en 1931, el fundador de KAI, Saijiro Endo, escuchaba a alguien decir: “No se venden los cuchillos, pero las navajas descartables de las máquinas de afeitar seguras, se venden bien”. Fue entonces cuando Saijiro puso en marcha un proyecto de fabricación de navajas descartables para máquinas de afeitar por primera vez en Japón, proyecto que se hizo realidad en 1932, con el inicio de la producción de las navajas. Gracias a la moda de afeitarse las barbas, además de producir navajas más baratas a las que se importaban del extranjero, el proyecto llamado “KAI” logró una considerable cantidad de ventas. El personal, que al inicio solamente era de 20 personas, además del terreno en el que se encontraba la planta, crecieron en el corto tiempo de 10 años, más de 15 veces.
Pero el camino por recorrer, no siempre fue recto y sin sobresaltos. Cabe señalar que Seijiro, por increíble que parezca, !nunca había visto el material con que se fabricarían las navajas, ni tampoco las plantas de fabricación!. Con una máquina de fabricación alemana, que ni siquiera sabía utilizar bien, pero lleno de pasión y entusiasmo, logró fabricar las navajas de 3 agujeros, después de más de 8 meses de arduo trabajo. Al principio, por espacio de un periodo de 3 a 4 años, se fabricaba de acuerdo a los pedidos de los distribuidores mayoristas y los grandes almacenes. Sin embargo, después de un tiempo, registra su marca “Feather” (pluma) y los productos comienzan a llevar la marca de la “pluma”. Los negocios de las navajas descartables, comienza a repuntar en 1936, con la creación de una nueva compañía llamada Japan Safety Razor. En 1937 se desata la guerra sino-japonesa, viéndose obligado a cambiar el nombre de la empresa por la traducción en japonés del mismo. Generalmente durante una guerra, la productividad de la fabricación de artículos para la vida cotidiana disminuye, pero en el caso de la navaja descartable, aumentó repentinamente las ventas. Las causas principales de éste aumento en la producción, son la disminución de las importaciones y porque las navajas descartables para afeitarse eran un producto indispensable para los soldados en el campo de batalla. La navaja fue incluida en la “bolsa de comodidad” que se entregaba a los soldados, dando como resultado la propagación entre los soldados sobre las bondades de la navaja.
Las navajas para afeitar fueron creadas para afeitar las barbas, las que en algunas ocasiones da una impresión intimidatoria. Gracias a la evolución de la tecnología, las navajas de afeitar, no son un mero instrumento para “afeitarse” la barba, sino que también puede ser utilizado para “estar a la moda”, es decir para disfrutar de la barba. La producción de navajas descartables en Japón, marca el inicio del uso cotidiano e higiénico de la navaja, en contraste con la imagen de ser un instrumento peligroso.