Hoy quiero presentar el templo Shogen-ji, de la escuela de la secta de Miyoshin-ji Rinzai del Budismo Zen, que está ubicado muy cerca a mi casa. Mi relación con el moje Sogen Yamakawa data desde hace 40 años. Además que me enseña Zen desde hace mucho tiempo. La familia Endo con el templo Shogen-ji, tienen una larga relación a través de los años. Ellos venían a consultar cuando tenían que tomar una decisión importante para la empresa y a recibir consejos del monje de aquella época Itsugai Kajiura, es por eso que yo venía al templo desde que era muy niño. Inclusive los campamentos de verano que hacía mi escuela primaria, eran realizados en este templo. En la puerta de la montaña hay un escrito que dice “Dojo exclusivo de Shogen”, lo que quiere decir que más que un templo de veneración, es un templo para el entrenamiento de monjes aprendices llamados “Unsui”, quienes viven un tiempo en el templo para resolver las preguntas y meditar sobre el Zen.
Hay muchas cosas que he aprendido del viejo monje, una de ellas es “el esfuerzo lleva al suceso”, quiere decir que si uno se esfuerza constantemente sin desfallecer, ante una situación difícil, en algún punto de la situación, uno siempre conseguirá la solución al final. Hay muchas más enseñanzas como “Llenar de agua una vasija sin fondo” o “Sé el principal en el lugar que te encuentres”, entre otras muchísimas más. Las enseñanzas del Zen son el soporte de mi alma y la base de mis pensamientos. Todos los años, los nuevos empleados que ingresan a KAI vienen aquí a recibir entrenamiento. El próximo año estoy pensando hacer el entrenamiento junto a los jóvenes que ingresan a la empresa, vamos a comer juntos el arroz preparado en una sola olla.
Hay muchas cosas que he aprendido del viejo monje, una de ellas es “el esfuerzo lleva al suceso”, quiere decir que si uno se esfuerza constantemente sin desfallecer, ante una situación difícil, en algún punto de la situación, uno siempre conseguirá la solución al final. Hay muchas más enseñanzas como “Llenar de agua una vasija sin fondo” o “Sé el principal en el lugar que te encuentres”, entre otras muchísimas más. Las enseñanzas del Zen son el soporte de mi alma y la base de mis pensamientos. Todos los años, los nuevos empleados que ingresan a KAI vienen aquí a recibir entrenamiento. El próximo año estoy pensando hacer el entrenamiento junto a los jóvenes que ingresan a la empresa, vamos a comer juntos el arroz preparado en una sola olla.